Hola Madre Mía!!

Mi querida Mamita, mi querida Marianita, nombre tan hermoso, representado por una mujer fuerte, valiente, luchadora, guerrera amante de la vida, soñadora virtuosa pero sobre todo excelente madre, Dios nos dió la mejor, hoy no puedo ver tus ojitos bellos llenos de amor…  Te nos has ido, solita, sin avisar, sin darme ese último abrazo. ese último beso calientito,  siento en el alma no haber podido estar contigo, pero me quedo con todos los años y los maravillosos momentos que hemos pasado juntos, hemos sido una bonita familia junto a los nuevos integrantes que se nos han venido uniendo en el camino, nos hemos divertido y reído, en nuestras largas charlas y vacaciones, en esos paseos, hablábamos de cosas de la familia, del pueblo, recordabas bien el pasado remoto, las caras de las viejas vecinas que te saludaban, nuestras travesuras y anécdotas que siempre llevabas en tus recuerdos.

Siempre recordaremos tu valentía, incluso cuando ya te habías quedado sin tantas fuerzas, has sido imprescindible para la gente que te rodeaba, dispuesta a ayudar a todos de una forma u otra cuando se te necesitaba,  en los últimos tiempos, la ayuda la necesitaste tú, y ahí hemos estado todos juntos guiándote el camino para que nunca te sintieras sola.

A pesar de todo, las circunstancias no han sido las mejores, porque sí, porque la vida no es siempre todo lo justa que nos gustaría, te has ido, como nunca lo habíamos esperado ni imaginado, solo esperamos que, aunque no hayamos podido estar junto a ti en estos momentos, nos hayas sentido igual de cerca que nosotros a ti.

Tenemos mucho que agradecerte, algunas de esas cosas te las decíamos en vida, pero otras las guardamos y ahora nos arrepentimos,  siempre pensamos que eras una persona maravillosa, agradecemos el esfuerzo que hiciste al criar tus hijos, al inculcarnos valores y principios, por apoyarnos e incentivar la confianza en sí mismos, en nosotros haz de vivir para siempre, en nuestros ojos y en el parecido de nuestros rostros.

Hubiéramos deseado estar y un día más contigo pasar, aunque ya no estés aquí te vemos en el cielo, aún más que perderte nos duele más, el tiempo que no estuvimos a tu lado, queremos correr hacia a ti y enseñarte lo que hemos logrado, pues lo que más duele es ya no poder vivir junto a ti, aunque ya no estés aquí allá te abrazaremos, te abrazaremos en el cielo, por ahora debemos comprender que llego tu hora de partir y te debemos dejar ir, lo último que te queremos decir TE AMAMOS MAMITA,  más te lo diremos allá en el cielo…

¡Qué difícil es despedirse! Qué difícil es entender que físicamente no volveremos a verte, es realmente muy difícil. Pero te recordaremos cada día, con la mejor de tus sonrisas y el mejor de tus atuendos, con esos ojos bondadosos y los labios que hablaban de amor al prójimo, te recordaremos con ternura y con mucho amor, también con la ilusión de volver a vernos aunque sea sólo en sueños.

Ahora estás en paz, te llevaremos toda la vida en nuestro corazón y te vamos a echar muchísimo de menos, danos fuerzas para seguir en este camino sin ti.

Te queremos por siempre tus hijos Édison, Daniel, Diana y Edgar Sáenz Moya.

Sus Padres también descansan en paz en el reino de los cielos.

Rosa Carmen Sahona y Segundo Moya.

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